domingo, 22 de junio de 2014

El Modelo O.S.A.R


Uno de los modelos fundamentales que se utilizan desde el coaching ontológico para realizar intervenciones en pos de mejorar los resultados, sean estos profesionales o personales, es el Modelo O.S.A.R. (El Observador, el Sistema, la Acción y los Resultados) desarrollado por Rafael Echeverría. El mismo nos permite visualizar el proceso que se lleva a cabo en cualquier plano de la vida para generar resultados. Los resultados que obtenemos son producidos por acciones realizadas por un observador particular.  Desde el Coaching llamamos “Observador” al Ser que estamos siendo, con nuestras interpretaciones, emociones, nuestra historia personal, etc. 

Quien evalúa la efectividad de los resultados es el observador. Si los resultados alcanzados son satisfactorios el proceso termina, sino podrían introducirse nuevas acciones y lograr el objetivo. Sin embargo hay situaciones en la que ya probamos distintas acciones y los resultados siguen siendo insatisfactorios. Es allí cuando una persona u organización puede recurrir a un coach.
El coach trabaja en la brecha entre el resultado obtenido y el resultado que se quiere lograr. Es decir el coach asistirá al observador para mostrarle aquello que no puede ver, y ahí surge la posibilidad de que el observador cambie de posición y también se abra un reportorio de nuevas acciones.

El trabajo del coach apunta a facilitar un cambio en el tipo de observador que está siendo la persona. Trabaja desbloqueando o disolviendo interpretaciones y emociones que están limitando el potencial de la persona para producir los resultados deseados. Todo esto requiere un proceso de aprendizaje en la persona. Por eso decimos que el coach es un facilitador de aprendizaje. Todo este proceso a su vez ocurre dentro de un sistema particular que también habrá que tener en cuenta.

¿Qué beneficios se pueden obtener de un proceso de coaching?

Entre los beneficios que se pueden alcanzar a partir de un proceso de coaching podemos mencionar:
 
  • Obtener claridad y motivación para alcanzar las metas que te propongas.
  • Elevar el nivel de confianza y autoestima.
  • Destrabar situaciones estresantes o que causan malestar.
  • Mejorar el estado de ánimo y bienestar.
  • Aprender a procesar y liberar emociones tóxicas para el organismo y la salud.
  • Obtener mayor poder para accionar y crear los resultados deseados.
  • Aceptar y estar en paz con las cosas que no se pueden cambiar.
  • Mejorar la relación con uno mismo y con los demás.
  • Descubrir y transformar los pensamientos limitantes que impiden a la persona alcanzar su pleno potencial.

¿Cómo interviene un coach a nivel organizacional?

Cuando hablamos de organizaciones podemos aplicar el mismo modelo antes mencionado, sólo que los resultados serán generados por un conjunto de personas que interactúan entre sí, cada uno desde el observador particular que es.
Ante resultados insatisfactorios del equipo u organización la mirada del coach estará puesta en cómo interactúan y conversan sus integrantes ya que lo que logren como equipo estará determinado en un gran porcentaje por la calidad de las conversaciones que mantienen sus miembros.
Los gerentes de hoy necesitan desarrollar nuevas habilidades que les permitan aprovechar mejor el potencial de su gente. El directivo requerirá disponer de las competencias de un coach. Debe ser alguien capaz de identificar los obstáculos que obstruyen el desempeño y el aprendizaje de su gente, y desarrollar intervenciones capaces de disolverlos. Entre las habilidades que posee un líder coach se encuentran las competencias conversacionales, es decir la habilidad para escuchar de forma efectiva, ser asertivo en lo que dice, gestionar adecuadamente sus emociones y diseñar conversaciones efectivas capaces de alinear las acciones de los empleados con los objetivos de la empresa. 

  
Escuela de Coaching Profesional

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