jueves, 25 de abril de 2013
Para qué dar Feedback
El proceso de feedback supone que quien lo da, conoce el objetivo que tiene la otra persona, es decir: qué resultados quiere lograr, y observa que está faltando para conseguir los objetivos.
Desde allí enfocará, dos preguntas que direccionan a quien da feedback:
1.-¿Qué puedo ver que le este faltando al otro para alcanzar su Objetivo?
2.-¿Qué “relación” quiero desarrollar con esa persona?. ¿Cuando termine la reunión de feedback, qué quiero que pase?
Condiciones de Satisfacción
El motivo. Quien da feedback lo hace sobre aspectos que la otra persona definió como lo que quiere lograr (OBJETIVOS), por lo tanto, el motivo (el para qué) de la conversación siempre estará centrado en cómo mejorar la efectividad del proceso y los resultados.
El permiso o la pertinencia. A los seres humanos nos cuesta escuchar nuestros errores o lo que otras personas tengan para decirnos respecto de nuestro comportamiento. Es por ello que la persona que recibe el feedback debe primero que nada, querer recibirlo y estar dispuesta a escuchar. Sino toda la conversación es inútil y probablemente resentirá la relación.
Efectividad. Cuando hablamos de efectividad en la consecución de objetivos no solo los referimos a los aspectos relacionados a tareas concretas, sino también a como se consiguen esos resultados (rumbos elegidos), como quedan las relaciones con las personas (el equipo) con las que se interactuó para conseguir los mismos y que se aprendió del todo el proceso.
Libertad. El desafío de quien da feedback, es realizar la conversación de feedback de forma tal que quien lo reciba “pueda elegir” si da por validas y útiles las opiniones y observaciones que recibe. Y si las aplica para corregir su rumbo.
Mejor las Preguntas. Al otro, probablemente le sirvan más tus buenas preguntas que tus respuestas. Recuerda que el proceso de feedback es para el “otro”. Creemos que las preguntas abren más posibilidades que las respuestas, sobre todo cuando, quien da feedback, cree que las soluciones que trae son “verdades”.
Es importante recordar que la conversación de feedback no está comprometida con las razones de lo que pasó en el pasado, sino con el compromiso a lograr los objetivos que aún no alcanzó el otro. Es fundamental salirse de la posición de quien tiene razón y centrarse en las posibilidades de acción futura del otro para obtener los resultados a los que se aspira.
Escuela de Coaching Profesional
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